Editorial:

La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-Wen, acaba de concluir su visita a los últimos dos países centroamericanos que mantienen lazos diplomáticos con la nación isleña. Belice y Guatemala son ahora los únicos aliados de Taiwán en la región, ya que otros países han cambiado su lealtad a China.

Es loable que Belice haya mantenido su apoyo a Taiwán a pesar de los esfuerzos de China por presionar a los países para que rompan los lazos con la isla. La presidenta Tsai ha expresado su gratitud por la amistad y asociación continuas de Belice, destacando los resultados que han beneficiado a ambos países en los últimos 34 años.

Es descorazonador, sin embargo, que otros países hayan optado por cambiar su lealtad a China, a pesar de los valores compartidos de Taiwán en democracia, libertad, derechos humanos y paz. Las tácticas agresivas de China para captar países y avanzar sus reclamos territoriales sobre Taiwán han puesto una enorme presión en los esfuerzos diplomáticos de Taiwán para participar en organizaciones internacionales.

Taiwán necesita todos los amigos que pueda conseguir, y es vital que los países democráticos se solidaricen con Taiwán frente a la creciente influencia de China. La comunidad internacional no debe sacrificar los valores compartidos por ganancias a corto plazo y debe reconocer las contribuciones de Taiwán al mundo como un actor responsable.

La visita de la presidenta Tsai a Belice y Guatemala destaca la importancia de fortalecer la cooperación bilateral en múltiples áreas y demuestra que las democracias se ayudan mutuamente. La pregunta sigue siendo, ¿por qué otros países cambian su lealtad en beneficio de China? Es hora de que las naciones democráticas se unan en apoyo de Taiwán y resistir los intentos de China de socavar la democracia y la estabilidad global.